Yo ya estube en París.
Puede que hasta más tarde vuelva ahí, porque yo lo soñé, yo lo creo, no tiene porque haber un solo "París" en el mundo, yo me puedo inventar lo mío, total, quién más que yo pone los límites en mi mente? Nadie, es simplemente eso.
Inventaré entonces que Paris, en vez de ser una ciudad francesa será un estado, estado de emoción, asociado a lo que yo supongo que es la ciudad, un estado como cuando uno sale de noche y hay mucha gente, como nervios y un leve extasis y alegría pero con esa gota de melancolía que hace bello y reflexivo a todo, y uno mira las luces tan vivas de la ciudad que conmueven e invitan, e inscitan, a sentir, a cantar, a crear... a vivir. Y de llegar tan satisfecho a soñar porque uno lo que piensa es que "carpe diem" y que "la vita é bella", y tantas otras cosas... tanta risa también, tanta sonrisa.
¡Oh Paris!
... ¡estoy aquí!.