"Considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala, y se les
dará(...).
Pero que pidan con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del
mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna; es indeciso e inconstante en todo lo que hace."