“La gente acaba, por lo general, sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo.”
— La Tregua, Mario Benedetti
Si vamos por la calle o la vida preguntando "¿eres feliz?" seguramente muchas personas nos dirán que no, o que a veces, que son momentos casi efímeros y mágicos que abarcan un lapsus de tiempo, que quizás se les pasa en la noche, que duran la mitad de un día. Pero la felicidad no es sólo el momento en el que crees que todo es alegría y que todo es perfecto, no. Felicidad, gozo, es algo de fondo, más que de forma. No es, como dice Benedetti, "el festival perpetuo", es que a pesar de que las cosas salgan mal, tener lo que se conoce como "mentalidad positiva".
No se trata de dejar de llorar y aprender a fingir la sonrisa, pegarsela en la cara, es aprender a sobreponerse y tener un objetivo final que haga que todo el sufrimiento - que es una gran parte de nuestra vida - valga la pena porque hay algo más grande al final, y el cumplimiento de eso, de esa "misión", por así decirlo, será el que nos haga respirar luego de cada trago amargo. Que no porque hoy las cosas salieron mal, nos vamos a echar a morir. Eso es felicidad... o una parte de ello, porque, entero...
...es muy difícil de explicar.