09 julio, 2013

Casi como crecer

(Quiero tratar de tener un hilo conductor acá, siento que anda todo muy disperso...).

Algunos piensan que es más fácil huir. Y no sólo huir como cambiarse de ciudad. Huir puede implicar: salir corriendo de algunos lugares o situaciones, querer cambiar de escenario de vez en cuando, viajar, entre otros.

Creo que bajo esa lógica, a mí me gusta huir. Me aburro mucho rato en el mismo lugar, con la misma gente, bajo las mismas condiciones. Cuando las cosas se ponen complicadas, a veces trato de arreglarlas, pero normalmente ahí me dan ganas de irme a otro lado. Con el tiempo me he ido desprendiendo de la gente y algunas cosas, como para poder hacer esta tarea más fácil. De algún modo la vida terrestre implica peregrinaje, aunque sea a micro escala.

Y es acá donde llego a lo que quiero contar: ya tengo un nuevo destino.
¿Cuál será mi última huida? Me voy a cambiar de casa. Pero esta vez ya no llegaré con mis maletas a que me acojan. Me voy a independizar (dentro de lo que se puede aún a esta edad, con aún un año como mínimo para sacar el cartón y un trabajo part-time), pero lo voy a hacer. De acá a una semana tendré que limpiar por mí sola, cocinar para no morir de hambre y administrar mi dinero. En resumidas cuentas: no morir en el intento.

Así huyo de nuevo, pero no de mí misma. Y le doy el "¡sí!" a una nueva etapa, de la que un contrato no me deja escapar... por un rato.

Uf.

2 comentarios:

Carola dijo...

Val, qué importante paso... quizás hay gente que en sus huídas aprende otras cosas, aprende más y ayuda a otros a aprender también.
Te deseo suerte, porque que a uno le vaya bien depende de un 2% de suerte.
Te deseo éxito, porque todos le deseamos siempre lo mejor a los que conocemos y alguna vez nos han ayudado o nos han hecho bien.
Te deseo ánimo, para enfrentar los días que sean más pesados, que quieras mandar todo a la cresta, porque esos días necesitarás animarte y seguir.
Te deseo paciencia, para los cachos del hogar.
Pero por sobre todo, te deseo felicidad. A pesar de todo lo complicado que pueda ser empezar a hacerte cargo de ti misma, siempre el objetivo debe ser la felicidad. Huye, pero para ser feliz. Si algún día te ves sobrepasada, piensa en las cosas que te hacen feliz de dónde estás y lo que estás haciendo y empieza otra vez.
Te deseo lo mejor para lo que viene, es un gran paso, sé que lo harás bien.
Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Te acabo de descubrir y me ha encantado tu blog!!! Me encantaría que nos siguiéramos por FACEBOOK Y GOOGLE+, si te apetece házmelo saber!


Un abrazo desde ESPAÑA,

Nati de Puro Vintage :)