Para empezar, estoy bajo el agua.
Así me siento. Es como si mi cuerpo hubiese sido golpeado tanto, que ya no puedo sentir nada. O un shot de morfina. Todo está bajo letargo, bajo sueño intenso y es difícil pensar bien qué hacer desde ahora. Difícil coordinar mi mente con mi cuerpo, con mis emociones -que cambian a cada rato-, con el mundo en general. Me es complicado comunicarme con el resto, entender lo que sale de sus bocas, es como si fueran sólo sílabas sueltas que nunca llegan a ser palabras. Veo muchas luces, todo eso. Bueno, lo mismo de siempre. Así de somnolienta queda mi mente en este invierno.
2 comentarios:
Por momentos es mejor anular la sensibilidad... anular las emociones...
Aunque no es recomendable hacerlo siempre...
Saludos de un desconocido.....
bonita la foto
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